Subsuelo

Los suelos que no muestran cambios de volumen notables (asentamiento del suelo) después de su compactación se clasifican como buenos terrenos de construcción. Debido a la gran cantidad de posibles influyentes variables, en el caso de los terrenos de construcción, un ingeniero geotécnico licenciado (por ejemplo, un geólogo) debería disponer siempre de un peritaje sobre el terreno. Tanto los factores naturales como los artificiales influyen en la estabilidad del subsuelo, como, por ejemplo, el tipo y condición del suelo (cohesivo/no cohesivo), las capas de la tierra así como sus espesores y cursos, la superposición de diferentes tipos de suelo (grava, arcilla, roca) y capas, el nivel freático, los rellenos, así como el material y la compactación de estos, etc. Sin embargo, hay posibilidades de estabilizar el suelo del edificio con anticipación o posteriormente. Las medidas posibles son, por ejemplo, el reemplazo del suelo, cimientos profundos, inyecciones en el suelo, clavado.